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Galerías de arte en la Ciudad de México: 4 propuestas emergentes Por Melissa Mota – 4 de noviembre del 2015
Desde hace varias décadas, han surgido en la Ciudad de México proyectos dedicados al arte contemporáneo que buscan generar nuevos acercamientos a la creación artística, así como modelos alternos de difusión y promoción del coleccionismo. Actualmente existen diversas iniciativas que atienden determinados puntos ciegos presentes en el sistema artístico de nuestro país,  a través del apoyo a talentos jóvenes que difícilmente pueden alcanzar cierta visibilidad en el medio.
 
Las galerías White Cremnitz, Karen Huber, Breve y The Neon Rex Project, son algunas de las propuestas que han surgido en los últimos tres años. Sus fundadores y directores son historiadores del arte, artistas o curadores, lo que les ha permitido concebir una perspectiva y un modelo de acción que no responde exclusivamente a los fines comerciales.
 
La galería White Cremnitz, localizada en el corazón del Centro Histórico, abrió sus puertas en 2014, representando a un grupo de artistas jóvenes enfocados, principalmente, en la experimentación con las artes plásticas. Su ubicación en una de las áreas con mayor diversidad y complejidad de la Ciudad de México ha forjado a lo largo de más de un año el carácter de la galería. Como menciona su directora, Teresa Marmolejo, “la mayoría de las galerías se concentran en una zona, y lo que quisimos hacer fue salirnos de ese circuito con el propósito de generar nuevos públicos en la ciudad. Es muy interesante ver la reacción de la gente que habita y confluye en los alrededores de la galería; a pesar de que en el centro existen tantos museos, muchas de esas personas han tenido en White Cremnitz su primer acercamiento con el arte.”
 
También en la línea de las artes plásticas, la galería Karen Huber se enfoca en la exploración, exhibición e investigación de la expresión pictórica contemporánea  y su relación con otras disciplinas. A través de un sólido programa académico y de residencias para artistas internacionales, busca impulsar el intercambio de reflexiones y posturas entre sus artistas. Además, con el fin de potenciar la difusión del trabajo artístico representado, se llevan a cabo actividades paralelas a las inauguraciones, como ponencias, conversatorios, conciertos, cenas, talleres y mesas redondas. En palabras de Karen Huber, “nuestro compromiso es promover la escena del arte contemporáneo mexicano y retomar la pintura desde sus diferentes posibilidades sensibles y formales.”
 
El recién inaugurado Barrio Alameda, un proyecto que, tras la rehabilitación del edificio que lo alberga —de estilo Art Déco, de la década de 1920—, busca brindar al centro de la capital un espacio donde convivan diferentes ofertas comerciales y creativas. Allí se encuentran las galerías Breve y The Neon Rex Project.
 
En 2012, Breve surgió como un espacio esporádico, dedicado a presentar exposiciones de un día de duración con el trabajo de artistas jóvenes. Entonces, su sede era la marquería Casa Rosano en la colonia Roma. Desde que el proyecto inició —ideado por Begoña Irazábal y Jorge Rosano—, su propósito fue claro: asistir a los artistas con la producción de sus muestras, difundiendo su trabajo y estableciendo vínculos con posibles coleccionistas. De acuerdo con Irazábal, “el interés de la galería es mostrar el trabajo de los artistas jóvenes, ser un espacio de tránsito y vinculación de proyectos, y una catapulta para las nuevas generaciones”. Desde el año pasado, cuando se estableció en el Barrio Alameda, Breve presenta diversas muestras de un mes o más de duración.
 
The Neon Rex Project es un proyecto dedicado al Arte Media, que busca apoyar propuestas sólidas de artistas que tengan como base la experimentación y la incorporación de la tecnología en su trabajo artístico. Su director, Christopher Martínez, la describe como “una ‘galería híbrida’, nos movemos entre los límites de una galería comercial, una galería virtual, un proyecto parásito y un espacio gestionado por artistas. Es decir, buscamos el momento y el espacio para que los proyectos tomen forma”. A lo largo de año y medio de funcionamiento, ha llevado a cabo presentaciones en España, Estados Unidos, Alemania y  Corea del Sur, y formó parte de la primer edición de la feria Unpainted en Alemania.
 
Estas cuatro iniciativas reflejan las inquietudes y la personalidad de una nueva generación de galeristas que buscan ampliar el diálogo permanente alrededor del arte y su sistema, lo que se traduce en una oferta variada y la apertura de espacios emergentes. Sobre este tema, Martínez apunta que “la ebullición cultural que da origen a estos espacios obedece a la suma de ciertos factores que tienen que ver con la Generación Millennial, a la que pertenecen artistas, gestores y curadores, que tiene como rasgos característicos la incorporación de nuevas tecnologías en la vida cotidiana, la inquietud intelectual y el anhelo de independencia. A su vez, esto ha detonado el boom de startups  y  de espacios independientes gestionados, en su gran mayoría, por personas de esta generación insatisfecha, pero igualmente inquieta y emprendedora […] El surgimiento de nuevos espacios cada día es el síntoma de una necesidad por generar un cambio a partir de la independencia y de la autogeneración de oportunidades en un sistema artístico que parecía lejano.”
 
Por su parte, Irazábal menciona que recientemente han surgido tantos espacios “porque era necesario generar un puente entre los artistas emergentes y el sistema artístico actual. No había lugar para que los artistas jóvenes mostraran su trabajo,  y para ellos es complicado acceder a las galerías consolidadas.” Además “es natural que esto suceda cuando actualmente, en México, vivimos realidades tan distintas y, a la vez, paralelas, como, por un lado, el gran desarrollo en ciertos ámbitos y, por el otro, desgracias políticas. Así, no nos queda más que canalizar toda esa energía negativa en una creación positiva”, añade Huber.
 
Así como el contexto actual ofrece ciertas ventajas, como herramientas eficientes para la difusión y el interés de nuevos sectores por el arte contemporáneo, también supone ciertos desafíos como la hegemonía de ciertas galerías consolidadas. De acuerdo con Marmolejo, se trata de “un circuito muy cerrado al que es difícil acceder. Lo importante es no perder de vista el objetivo de la galería, la línea de artistas que quieres representar y demostrar profesionalismo. Es necesario que poco a poco ese circuito se vuelva más flexible, que los espacios emergentes tengan mayor acercamiento y que se establezcan lazos. Al final, tenemos un fin en común: el arte. Lo principal es vernos como aliados, no como competencia.”
 
Por otro lado, Martínez opina que “lo maravilloso de estos proyectos es que no necesariamente enfrentan un antagonismo con respecto a los espacios ya consolidados.  Los espacios nuevos estamos buscando nuestro propio mercado, nuestros propios artistas y nuestros propios discursos (…) El desafío real es el poder mantenerse a flote”. Finalmente, Huber añade que “es un trabajo de años y perseverancia, y el reto está en crear confianza en el espectador, el coleccionista y la esfera artística.”
 
A pesar de sus cortas trayectorias y las dificultades del medio y del contexto actual de México, estas galerías dan voz a algunos artistas que conformarán la próxima generación del arte local y que delinearán ciertos ejes del quehacer artístico mexicano. Además, con sus objetivos y perfiles particulares contribuyen a la formación de públicos diversos, así como a la construcción conjunta de cuestionamientos que, más que buscar respuestas, arrojan luz sobre las inquietudes, aspiraciones y la situación actual del arte actual mexicano.
 
Galerías:
 
Breve
Dr. Mora #9, local 31
Centro Histórico
 
Karen Huber
Bucareli #128 (Edificio Vizcaya)
Col. Juárez
 
The Neon Rex Project
Dr. Mora #9, local 30
Centro Histórico
 
White Cremnitz
Bolívar 87 C
Centro Histórico