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Gabrielle Ammann: Una mirada al coleccionismo de diseño Por Ángulo Cero – 1 de marzo del 2016

Una de las promotoras de diseño más importantes de Europa, la galerista Gabrielle Ammann ha promovido la difusión y la producción del diseño desde hace más de tres décadas. En esta entrevista comparte su visión sobre el coleccionismo y la importancia de las ferias de diseño.

 

Contrario a lo que sucede en Estados Unidos o Europa, en México la cultura del coleccionismo de diseño es incipiente. ¿Cuál es la importancia del coleccionismo de diseño en relación con la disciplina y en términos de patrimonio y cultura?

 

Los objetos de diseño son como compañeros. Están conectados a un cierto período de tiempo, a una cultura, a un contexto y a las diferentes necesidades de su época. Actualmente, existe un mayor interés en rodearse por piezas que son mucho más que objetos útiles. La gente quiere expresar su modo de vida y sus emociones a través de las piezas que colecciona, pero no sólo por medio del arte o con el estereotipo de sillas o mesas simples. En realidad, se trata de un diálogo entre disciplinas, de la arquitectura al diseño y el arte. Coleccionar es una facultad arcaica y propia de los seres humanos. Y la mayoría tiene una pasión por coleccionar [algo].

 

¿Cuáles son los principales retos de iniciarse como coleccionista?

El reto tiene que ver con las dimensiones de las piezas: si todas las piezas que coleccionas son tridimensionales, buscarán encajar perfectamente en un espacio. De lo contrario, se notará inmediatamente.

Para empezar una colección, primero es necesario entrenar el ojo y visitar muchos museos, galerías y ferias. Aunque se puede decidir si coleccionar entre piezas históricas o contemporáneas, desde mi punto de vista los objetos actuales son más emocionantes porque puedes entablar un diálogo con los artistas o diseñadores que los produjeron  y con el presente que estás viviendo.


 

Críticos como Alice Rawsthorn o diseñadores como Jasper Morrison han afirmado que ferias como la de Milán están más cercanas al marketing que al diseño. ¿Las ferias de diseño han convertido al diseño en un mayor objeto de consumo?

 

Por supuesto. Las ferias de muebles como el Salone del Mobile de Milán o la Feria Internacional del Mueble de Colonia son ferias de consumo, pero también tienen el poder y el presupuesto para apoyar a jóvenes diseñadores y ofrecerles una plataforma [de visibilidad]. Es el caso de Fuori Salone (Milán) y Passagen (Colonia). Este tipo de escenarios son principalmente para el diseño industrial y funcional, pero allí también se pueden encontrar los [objetos] “clásicos” del mañana.

Por su parte, ferias como Design Miami crearon un mercado completamente nuevo para talentos que trabajan entre el diseño y el arte —lo que también se conoce como artes aplicadas—, al tiempo que abrieron un lugar para el diseño histórico. Así, el mercado para coleccionistas, diseñadores de interiores y arquitectos es completamente diferente. No se pueden comparar estos escaparates con las ferias de muebles clásicas. La mayoría de las piezas contemporáneas están producidas en ediciones muy pequeñas y con métodos artesanales o altas tecnologías. Tanto los artistas como los diseñadores están realizando un trabajo cada vez más experimental, o están más interesados en el contexto intelectual de sus piezas que en la producción en masa. En ese sentido, trabajan como artistas que exploran nuestro tiempo.

 

¿Cuál es (o debería ser) la función de las ferias?

 

En realidad, es difícil responder. Me parece que los campos del diseño y el arte están teniendo un diálogo muy importante: el trabajo de muchos artistas está orientado cada vez más al diseño y viceversa, el trabajo de los diseñadores se orienta al arte. ¿Y qué? Gran parte de los nuevos formatos de las ferias están mostrando piezas que establecen un diálogo o una conexión entre el arte y el diseño. Design Miami es el ejemplo, está aliada exitosamente con Art Basel.

 

Aunque el encuentro entre arte, arquitectura y diseño no es un interés nuevo o reciente, en los últimos años la relación entre estas disciplinas ha sido más activa pero también tensa. ¿Difuminar las fronteras entre arte y diseño es una ambición estética, comercial o una tarea a favor del diseño?

 

Realmente creo que debemos de dejar de pensar en categorías aburridas. Cuando miras hacia atrás en el tiempo, ¿dirías que Leonardo Da Vinci fue un artista, un arquitecto un diseñador o un científico? La ambición de estudiar el contexto del arte o el diseño está en la naturaleza de las cosas. Y esa es la razón por la que los museos, así como los coleccionistas, están interesados en explorar sus conexiones.

 

El diseño en el siglo XXI es:

 

La unión entre arte y arquitectura.

 

Desde la década de los 80, Gabrielle Ammann se ha dedicado a promover el trabajo de artistas y diseñadores jóvenes y consolidados. Promovió la carrera de importantes creadores como Studio Alchimia, Ron Arad y Marc Newson. En 2006 fundó la galería ammann//gallery en Colonia, concebida como una plataforma de promoción, con servicios de asesorías curatoriales y para coleccionistas.