Entre flashes, luces, cigarrillos y cócteles excéntricos Victorie celebra el fin del lanzamiento de la nueva colección de su mejor amigo Saint Laurent. Es 1970, hombres y mujeres visten de traje sastre en tweeds coloridos con solapas puntiagudas, pantalones anchos y gasas de seda como corbata. Los invitados celebran entre cojines de piel picada, sofás al ras del piso y tapetes; colección de objetos que Victorie juntaría en viajes por el mundo junto a Yves, en especial a México y Marruecos. El té servido, empieza a tener efecto en los invitados. Cosas extrañas estan por suceder. El salón se transforma, una cortina metálica baja del techo y envuelve el espacio, estrellas fugaces se detienen y dan vida al candelabro. Los tapetes empiezan a moverse, cobran vida y se elevan sobre el suelo. Las lámparas se convierten en robots. Victorie se acerca a la ventana y se da cuenta que han viajado en el tiempo y ahora están en algún momento del futuro.