Ángulo Cero nació hace diez años con el propósito de generar cruces entre el arte y el diseño contemporáneo mexicano. Durante este periodo nuestro interés ha sido posicionar lo más sobresaliente de la escena local a nivel internacional, así como crear espacios en los que puedan desarrollarse proyectos experimentales y de investigación, que nutran y amplíen el panorama creativo.
En esta nueva etapa celebramos nuestro pasado y nuestro presente en un nuevo espacio que se alinea con los propósitos multidisciplinarios y de colaboración de la galería. PUNTOYCOMA, es un programa especial de aniversario que, a través de una serie de exposiciones, repasa los diferentes capítulos de nuestra historia y los conecta con lo que hoy somos y queremos ser.
Esta primera muestra "Capítulo I: Mapas y Trazos", aborda el trabajo de Karla Sotres y María García Ibáñez, quienes han encontrado en la cerámica un soporte para explorar y desarrollar cartografías. Sus mapas no tienen la función de orientar, son abstracciones de memorias, paisajes subjetivos y deconstrucciones de territorios.
"Personal maps"de Sotres es un proyecto que hace referencia tanto a los viajes realizados en diferentes
periodos de su vida a lugares de México, como a territorios aún inexplorados, sólo imaginados. Las líneas trazadas sobre la cerámica blanca crean formaciones geográficas y caminos que emergen de los recuerdos de la diseñadora.
En otras de sus series como "Botánica", "Guajes",
"Conchiglie" y "Arquetípica", aborda lo geográfico desde otro ángulo, desde la arcilla misma que proviene de diferentes suelos y que se materializa en objetos que llevan consigo mismos fragmentos de territorio, lo que los
convierte en mapas vivos. Sotres recurre también a las técnicas japonesas ancestrales de kintsugi y gintsugi, usadas para reparar grietas en la cerámica con resinas mezcladas con polvo de oro o plata, con lo que crea nuevos paisajes que armonizan con las geografías existentes.
Por otro lado, las piezas de García Ibáñez parten de un proceso de investigación de varios años en los que ha indagado en las posibilidades de la línea, el espacio y la materia. En la serie "Aquellos ecos, aquellos indicios" la artista dibuja con sus dedos topografías utilizando la cerámica fresca como lienzo. Los trazos táctiles solidificados y cargados de textura, remiten a cadenas montañosas, surcos geológicos o a caminos irregulares.
De la relación entre lo corpóreo y lo geológico, surgen territorios cerámicos tangibles en forma de murales formados por azulejos.
En "Paramentos" desarrolla la idea de habitar y del cuerpo nómada. Inspirada en imágenes cenitales de restos arqueológicos de poblaciones o de viviendas abandonadas, realiza dibujos siguiendo las formas lineales de estos sitios, que después transitan a la cerámica. El resultado son composiciones geométricas, que recuerdan a las formas de los planos arquitectónicos, en donde se encierran tiempos y memorias colectivas.
Para ambas creadoras los procesos de sus acercamientos particulares con los mapas y geografías son parte crucial de su trabajo; es lo que hace que sean obras abiertas que puedan revisitarse continuamente y seguir explorando las posibilidades inagotables de la relación entre la cerámica, el territorio, la memoria y el cuerpo.